martes, 15 de diciembre de 2015

La muerte; Me extraño.

Volver atrás, anhelar la fuerza, intentar robar los minutos extintos, cegarse, borrarse.
El problema es que me estoy extrañando, estoy extrañando la imagen virtual, la forma vanidosa de formar vida, la forma inescrupulosa de adueñarme de las ideas. Me estoy extrañando más que nunca, y me duele.
Mi vista vacila entre dados del mismo número, nada cambia, y si lo hace se desarma, se transforma en un río de rabia, auto-decepción, orgullo. Ramas de un árbol que se han vuelto viejas, opacas, sin vida. Todo es producto de un mismo, pero intento buscar nuevas puertas, las enredaderas las cubren, me enmaraño y las quito, pero ¿qué hago? solo las quito por un rato, mi mente débil se apodera de mi mástil, no, no sé que he hecho. Me extraño, me acompleja, me marchita, me hace trizas.
¿Qué hice? lo vuelvo a hacer, ¿quién fui? pregunto con las manos vacías, con el alma llena, con la imagen virtual, esa que ahora está invertida. No, mis brazos y piernas no mienten, ellos hablan, ellos gritan, ellos me avisa, y yo, ¡yo qué hago! inadvertida absorbo el pasado, inadvertida entierro mis uñas a la tierra, a una tierra lejana que ya no está, a un vestido, a una fotografía.
Una máquina que no para, que no deja de respirar, que no deja respirar el hoy, que no deja ser. Me destruyo lentamente, sin embargo no lo noto hasta que estoy muerta ¿estoy realmente muerta? mi ser se agobia en el limbo del tiempo, la relatividad es la reina de la monarquía de mi vida, tiempos a desfase, tiempos que me agotan la psiquis, tiempos que me cubren, que no me dejan ver el horizonte del océano en el que floto, y no, no quiero flotar, mi barco está preparado para crear la dirección, para llegar a la preciosa isla que sueño cada noche.
Me extraño, y no estoy haciendo nada por recuperarme, me extraño con debilidad, y eso me hace tristemente miserable. Miseria denotada por la masa, masa que me deja inmóvil, avergonzada, exhausta. Me extraño, y quiero no extrañarme. Volver al hoy, botar el presente, botar el tiempo en sí mismo.
Me extraño. Volveré, aunque no sepa cómo encaminarlo. Recuperaré, aunque la muerta haya llegado. No, no hay muerte, hoy, sólo por hoy, hay vida; el extrañar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario