Que no haya nadie, que todos se marchen, que todos me dejen.
Que se retiren todos, que no me hablen, que no me busquen.
Que no existan personas, ni conocidos, ni amigos.
Que no exista lástima, ni compasión, ni dolor.
Que me dejen vivir, que me dejen sufrir.
Que me dejen sangrar, que me dejen morir.
Porque ¿qué provecho tiene pedir que te salven? ¿qué provecho tiene exigir tiempo?
Que se alejen todos, porque eso es lo que hacen.
Que me mientan todos, porque eso es lo que quieren.
Que me descuiden, que rompan el amor, que tiren los momentos, que desdeñen mi alma.
Nadie es real, nadie se preocupa.
Nadie es leal, todos se marchan.