martes, 21 de agosto de 2018

Cómplice

Te miro, me miras, y un instante es tan eterno. Me encuadro en tu panorama mientras mis ropas caen, no bacilo, mis ojos y llamas reposan en ti. Tu alma tan pura y tan mía, tu cuerpo tan luminoso y real, me derriba, me hace polvo, me hace diosa.
Cómplice de tantas emociones y de tantas expectativas, cómplice de las promesas, de ésto. Tantos puentes me hacen sentir una flor de pared, tanta sed de la complicidad con la que danzamos la vida. Te extraño, te guardo en cada trazo.
Un nido, un abrazo, una descendencia juntos, dos países y un corazón, dos cuerpos, un grito. 
Estoy dispuesta, llena, repleta de sueños, que aunque se vayan, sé, los recuperaremos.
Te amo

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