El lugar favorito fue la sombra de ese atardecer,
cuando por primera vez volvimos a creer,
cuando por última vez vimos nuestros muros derrumbarse
El lugar favorito fueron las palabras que no dijimos,
mientras la mirada penetrante dibujaba una nueva historia;
Ese lugar cálido, tierno, frágil, donde cada gesto contaba,
donde cada tacto era un trozo de vida,
donde nos atrevíamos a soñar,
donde nos atrevíamos a ser nosotros mismos.
Ese lugar quieto, permanente, dulce,
donde cada risa era música,
donde bailar era la mejor manera de decir lo que callábamos,
donde nos perdíamos, donde nos encontrábamos.
Ese lugar donde prometimos, donde derramé mis miedos,
donde dije todo lo que siempre quise decir, donde te deseé felicidad eterna,
donde te dejé libre, donde te dejé ir.
En éste lugar, donde la música me regala su tiempo,
donde encuentro lo que ahora está lejos de mi,
donde puedo pensar y dejar de pensar,
donde estás tú.
Gélido, lejano, todo tan sin sentido,
todo tan efímero, todo igual.
Este lugar, lleno de mi misma,
lleno de deseos palpitantes,
donde tú eres protagonista,
donde los kilómetros no importan,
donde creo que puedo esperar, confiar, crecer, y ser.
Agradecida de la simple existencia de mi enredadera favorita, esa que llenó mi mundo de felicidad, y que por un rato logró formar un nuevo paisaje.
Agradecida de mi lugar favorito, donde puedo ser, donde puedo respirar, sonreír, saber que habrá tiempo, y que el universo no nos regala coincidencias.
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