Inconscientemente va a querer tirar su carga sobre alguien o algo; es innato, enfermizo, y muchas veces irreparable. Necesita algo que sostenga su vida, su pasado, o su incertidumbre.
Implica ser vulnerable, sentirse vulnerable, o simplemente creer que lo está.
Trastoca su mundo, y lo gira en la dirección menos indicada.
La persona en este estado se encuentra fuera de lugar, inconsciente de su ruta, cansado, y hostigado.
Suelen aparecer muchas personas, consejos, psicólogos, familia; pero no, el infierno no se acaba.
El ser que lucha contra este sentimiento o estado psicológico, muchas veces se cerrará a establecer lazos afectivos, porque sabe que eso implica dejar caer el peso, su propio peso y su historia, sobre alguien que probablemente desaparecerá ¿por qué? porque el ser humano posee una naturaleza egocéntrica, que no le permite visualizar más allá del su propio regazo. La persona vulnerable se frustra porque comprende dónde se encuentra, y sabe que no puede confiar en nadie.
La vulnerabilidad en el plano psicológico es una consecuencia de psicopatologías, o tal vez el inicio de alguna de mayor calibre.
Piezas intercaladas, en las que vuelvo a entrelazar quién soy, raíces que vuelven a su origen. Ésto es para ti, para nosotros
sábado, 27 de septiembre de 2014
domingo, 21 de septiembre de 2014
Nunca sabes
Nunca sabes si estás comenzando a vivir, o simplemente es el umbral que alcanzas luego de morir.
Nunca sabes si es una nueva oportunidad, o un camino creado por tu cerebro.Nunca sabes si estás feliz, porque la tristeza para ti, muchas veces significa felicidad, fortaleza, y astucia.No sabes si estás vivo, si hay algo más allá, si tendrás las agallas de luchar, o si el mundo por fin dejará de esparcir espinas en tu caminoNo sabes nada, y sin embargo sigues caminando.
En el fondo es un círculo que te mantiene atrapado, que requiere de agentes exteriores para estar equilibrado, para girar en el sentido correcto, para mantenerte a salvo.
Ríes, sonríes, respiras, exhalas, y lloras. Repites esto toda tu vida.No es justo, es absolutamente cruel, porque no sabes qué es la vida, no sabes apreciarla, no sabes distinguir, no puedes estar seguro si es rojo o blanco, o si es frío o caliente, todo es relativo, todo es insignificantemente importante.
Nunca sabes, y posiblemente nunca lo sabrás.
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