jueves, 19 de septiembre de 2013

Mi idealización

Déjame ver tus lunares que como estrellas danzan 
déjame entrar en el océano de tu alma para alcanzar a perderme en tu nombre.
déjame nadar en tu fuego y escalar en tu tierra
déjame libre, déjame presa.

Deja de caminar por el sendero
y vuelca tus sentidos a mi horizonte 
deja de reír sobre mi nariz 
y besa mi frente.

Deja las promesas en el estante
deja las rimas para el atardecer
deja todo para crecer.

Volteé mi mirada para sentir tu risa
volteé mi cuerpo para reinar sobre mi inseguridad.
volteé mis armas,volteé mis miedos.
Todo para nada,nada para un todo.

Estás tú, estoy yo, pero no estamos nosotros.

Historias sin final (Part 1)

-Así, de un momento a otro me di cuenta que esperaba mas que un "Hola" de tu parte. Así de un momento a otro dije "Adiós".

Una cajetilla vacía

Mi cajetilla está vacía. Hace un tiempo, tal vez dos meses, comencé a sentir sensaciones desconocidas, tal vez la incertidumbre azotaba mi corazón de manera sutil, no lo sé. 
El tiempo se ha hecho relativo, los colores cada vez son más son definidos. Tal vez es mi mente, mi época, mi duelo.
Septiembre siempre trae aires nuevos, respiré y exhalé. No, ya no era lo mismo.
¿Por qué? ¿Por qué los sentimientos me son insípidos? ¿Por qué la llama se apaga, las cerillas caen y yo no siento nada...? ¿Por qué?
Siento miedo, me consume el oxígeno. Camino sin sentir el relieve bajo mis pies, hablo sin pensar, callo sin escuchar. Es agobiante. Mil ráfagas de viento chocan sobre mi, me hacen pensar en lo que llevo dentro, en lo que un día estuvo tan perdido. ¿Estoy aquí? ¿Quién realmente soy?
Hace unos días el sol brilló aquí dentro, tanto que tal vez me quemó. No supe que hacer, como emprender, que decir. Solté las cerillas, y dejé que se encendiesen... fue lamentable...Se apagaron. 
Resulta que el tiempo está matando todo lo que quiero, y digo "tiempo" porque necesariamente no quiero culparme por mis errores.
 Estoy tan encerrada dentro de mi, estoy tan quieta, tan distante, que no sé como llenarme. Mi cajetilla está vacía, ya no puedo pedir deseos, no está a mi control.
 De vez en vez miro mi relejo en el agua, tengo mi escudo, tengo mi espada. Luego mis ojos rocían mi cuerpo, y ahí estoy, como una plebeya en una posadera, sin dirección, sin armadura. Soy una guerrera perdida.
Mi cajetilla está vacía, hace tiempo se extinguió...