sábado, 3 de febrero de 2018

Silencio, es todo lo que puedes pronunciar, en el fondo sabes que no es real, que olvidaste como sentir, o que ya no es suficiente.
Te escucho a diez centímetros, estás durmiendo, te escucho incluso sin palabras. Algo se ha caído por la rendija, parte se ha deslizado por nuestros dedos.
Estoy agotada de llegar a éste mismo punto,en el que el candancio se convierte en la bolsa de señales, en el que llego al resumen de que no fue suficiente, en el que hay que caminar.
No estoy siendo muy fuerte, ni muy dura, entonces espero algo cálido de vuelta, eso si no es mucho pedir.
Odio el actuar humano,la naturaleza ególatra, la necesidad de querer impresionar, porque cuando todo eso pasa por el check in, te quedas con las manos vacías. Es la clase de amor de fuente agotable.
Mis manos tiemblan ante mi propio descubrimiento, intento no estallar, porque lamentablemente tengo un volcàn lleno de expectativas que aún no he asesinado. Lo perdono y lo quemo, sin embargo sique presente, qué más puedo hacer? Miles de rituales se vienena mi mente, tal vez el universo comprende y envía poder. Sí, la acepto, estoy saturada de los "puedo sola" no, no puedo.
Solo han sido tres meses,más de lo que experimentamos cuando la piel era más joven. Tal vez esa sea la razón, tal vez necesitabamos más tiempo, darnos cuenta que somos agua y agua, que no podemos aprender cosas nuevas o crecer.
Silencio, silencio es nuestra nueva carta, rutina. Silencio es nuestro nuevo amor.