jueves, 19 de marzo de 2015

Lo que mantendré con los años

Si pudiera mantener algo de aquí a diez años sería mi fuerza, esa fuerza que me conduce a obtener lo que quiero, que me hace reaccionar cuando aparentemente no veo qué pasa en mi círculo.
Si pudiera mantener algo, sería yo, mi esencia. 
Mantendría la valentía de enfrentarme a lo desconocido, las agallas para cambiarme de ciudad sin llevar nada, el coraje de no aferrarme; mi independencia, mi amor propio.
Mantendría la sencillez de mis sueños, la ligereza del alma, el amor a lo simple, el afecto a lo intangible.
Mantendría mis agallas para decir no cuando se requiere, y mi bondad para entregar amor. Mi corazón abierto al amor, pero cerrado a los imbéciles. 
Mi risa, mis pensamientos nómadas, mis ataques de espontaneidad, mi violencia ante lo cotidiano.
Sí, mantendría hasta lo que ahora quiero desechar, porque sé que es necesario, porque sé que es algo que anhelas tener con el paso de los años.
Mantendría intacto mis ahorros para viajar, para recorrer lo que nadie quiso recorrer, para visitar las ciudades que todos abandonaron, para conocer, para descubrir.
Mantendría mis ansias por lo grandioso, mi perspicacia para conquistar terrenos, mis metas altas, mis manos abiertas.

Mantendré ese amor que te tengo, porque estuviste conmigo.
 Mantendré mi orgullo frente al ausente arrepentimiento.
Mantendré mi frente en alto mientras pasan estos efímeros años.

Me mantendré quieta esperando, pero luchando sin que nadie lo vea, porque quiero lograr esto, quiero lograr mantenerme en los años, no con el peso, no con la juventud de rostro, sino con esta alma, el alma del eterno joven.