Si pudiera recopilar todos los recuerdos atados a estos deprimentes tres años, formaría un baúl que llegaría posiblemente hasta la júpiter, y pesaría tanto que la gravedad sentiría vergüenza.
Aun recuerdo esa invitación, y como te conocí...
Que desgracia ¿por qué acepté ir?
No sabía que te vería, tampoco sabía que cruzaríamos palabras ¿casualidad? No, no creo en eso.
Así pasaron las tardes, los meses, y desgraciadamente, los años.
¿Recuerdas ese día? ¿la primera vez que te dije "te amo"?
Era septiembre, y todo estaba perfectamente adornado, inclusive yo.
Pasé por al lado tuyo, sonreíste... Te recordabas de la conversación que habíamos tenido la noche anterior.
¿iba todo bien?
Que ingenua, que dulce e inocente niñita de 16 años...Debiste saberlo, debiste cortar la planta desde la raíz y así te hubieses evitado estos amargos momentos.
Llegó diciembre, y todo mejoraba. Aun recuerdo ese jueves 15, decidimos juntarnos a conversar mientras veíamos caer la tarde. Me quedé sentada largo rato viendo como jugabas fútbol, y luego nos encaminamos a un lugar mas tranquilo, las praderas. Tu sabías que odiaba esos pájaros chillones que siempre se agrupan en el pasto, recuerdo que te imploré que no pasáramos por ahí, pero tu reíste me hiciste caminar por al lado de ellos y así lograste que te agarrara del brazo. Yo era feliz. Nos sentamos al lado de aquella cancha de fútbol, y mientras mirábamos como cambiaban de forma las nubes, nos reíamos de las personas que practicaban aeróbica. Confiabas tanto en mi, de una manera casi perfecta, me contabas lo que pensabas y lo que no pensabas...Lastima que duraría poco.
¿por qué no lo supe antes? ¿por qué no supe ver que nuestra amistad se hundiría en el abismo?
Debo confesar que recuerdo cosas tontas, como tu polera color café, tus shorts negro de marca nike, y tu pierna que tenía una mordedura de perro. También recuerdo que las zapatillas no eran tuyas, y que te había dolido el pie al jugar. (sonrisas)
Pero el tiempo y los hermosos momentos no eran parte de un buen comienzo, mas bien, de la peor pesadilla que podría haber vivido, y que tú podrías haber formado.
21 de diciembre, llegó la hora de decir adiós para siempre...Había llorado toda la noche anterior, por ciertos comentarios y malas noticias en relación a ti. Tu sabías que pasaría algo malo, y también sabias que todas esas conversaciones de madrugada, pesarían al tomar una decisión. Te dije que no quería volver a verte y que tampoco quería volver a hablar contigo, tu dijiste que me necesitabas, y que yo no tenía la culpa de todo el enredo. Termino todo, la esperanza, los nervios, el sufrimiento, solo quedaba el amor...
Tomamos la micro 7, y nos reímos un poco para que nuestro "adiós" fuera mejor recordado. Tocaste el timbre, me dijiste "te quiero" y te bajaste.
Yo seguía ahí, inmóvil, triste, amargada, pero tranquila. Miré por la ventana, veía casas y calles, gente caminando de aquí para allá...y yo, derramando lágrimas y preguntándome por qué todo debía ser así...
CONTINUARÁ...